El sector de la construcción, conocido por su considerable huella medioambiental, se enfrenta a importantes retos relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero, el desperdicio de materiales y la generación de residuos. Sin embargo, la tecnología emergente de la impresión 3D de hormigón surge como una solución prometedora para mitigar estos impactos negativos. Una de las principales ventajas de la impresión 3D de hormigón es la reducción sustancial de los residuos de material. Mientras que la construcción tradicional suele implicar el corte y moldeado in situ, lo que genera importantes cantidades de residuos, la impresión 3D permite depositar el material directamente en el punto de uso, eliminando prácticamente todos los residuos.
Estudios como los realizados por la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos) indican que la impresión 3D de hormigón puede reducir los residuos de material hasta en un 90%, lo que representa una transformación significativa en las prácticas de construcción sostenible. Además de la eficiencia de los materiales, la impresión 3D de hormigón ofrece múltiples oportunidades para mejorar la sostenibilidad en el sector de la construcción. La tecnología 3D permite el uso de materiales reciclados, como los residuos de hormigón, y la incorporación de materiales más sostenibles, incluidos los de bajo contenido en carbono o procedentes de fuentes renovables.
A pesar de los retos que plantea su adopción generalizada, la impresión 3D de hormigón se perfila como una alternativa innovadora que podría revolucionar la industria de la construcción, haciéndola más eficiente y sostenible. Además, puede suponer un ahorro de costes, dado que los residuos de materiales representan entre el 3% y el 8% de los costes totales de construcción de las promociones residenciales *. Algunos ejemplos concretos ponen de relieve cómo la impresión 3D de hormigón puede contribuir a reducir los residuos y promover la sostenibilidad en la construcción. La técnica también allana el camino para producir materiales de construcción más sostenibles, incluido el uso de fuentes renovables como las cenizas volantes o los residuos de biomasa.
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